martes, 13 de junio de 2017

Reimond Manco: aquel que juega bien cuando quiere ser feliz [Opinión]


Unión Comercio parece ser el equipo ideal para Manco, ante un nuevo fracaso en el extranjero siempre vuelve al equipo de Nueva Cajamarca y es feliz, juega feliz, cuando quiere es feliz.

En toda la trayectoria de Reimond Manco (26) desde su debut en Alianza Lima en 2007, el chico que nació en Lurín y se formó en Cantolao, siempre fue la figura de todo equipo por el que pasaba, eso incluye la selección Sub 17 que clasificó al Mundial 2007 en Corea del Sur.


Es historia conocida que la fama afectó a Manco, la humildad
que pregonaba, además, cargado de la responsabilidad de sacar adelante a su familia, hicieron que cometa errores o quienes lo rodearon, en este caso dirigentes con poco juicio ante un proyecto de jugador. Lo vendieron sin terminar de formarse como profesional, nadie le enseñó esa materia, todo fue dinero.

Manco ya no jugaba para ser feliz, jugaba para hacer feliz a los demás. La presión de ir al Psv Eindhoven, siendo catalogado como el mejor jugador sudamericano del 2007, por encima de James Rodríguez, no lograron aterrizarlo a una realidad diferente futbolísticamente.

Culturalmente Manco nunca se halló en ningún país. Jugó en Holanda, México, Venezuela, hasta logró ir hasta ¡Emiratos Árabes! En casi todo equipo que emigró siempre encontró la forma de salir mal parado por temas extra futbolísticos, pero no podemos culpar a alguien de buscar lo mejor para su bolsillo, tratando de asegurar su futuro.

Reimond Manco volvió a Perú luego de su paso por Deportivo Zamora de Venezuela, equipo el que llegó como figura, sin embargo, solo duró 3 meses. Volvió a Unión Comercio, equipo de media tabla, equipo sin ningún tipo de presión, algo que Manco nunca logró sostener ni entender. Es figura, se divierte y es feliz.